La huelga de las farmacias

Como era de prever y ante la falta del cumplimiento de sus palabras empeñadas ante el colegio oficial de farmacéuticos o asociación del País Valenciá que les aglutina, por culpa de la Generalitat Valenciana ha llegado el día en que los farmacéuticos de todo el país valencià han echado sus cierres a un ruinoso negocio en donde los ha abocado este Consell que día a día pierde todo su crédito por su incumplimiento de palabra (no tiene), sumiendo a todos los usuarios en una desbandada en busca de alguna farmacía que se encuentre abierta en estos días o bien sea por que no secunda la huelga (no creo) o a causa de los desmesurados mínimos establecidos.

El caso es que en estos momentos, miles de personas deambulan de un lado a otro en busca de su medicación recetada, ya sea subvencionada o no, es lo mismo, por ninguna de ellas les van a apagar pues según rezan en todos los carteles de estos despachos públicos: la Generalitat no tiene dinero con que pagar las medicinas.

Ante la falta de información oficial, han sugerido un número telefónico que jamás persona alguna tiende durante las 24 horas del día, pues uno precisa le sea suministrado un espesante con el que poder hidratarse con un vaso de agua, al menos, y me resulta imprescindible para tal cometido, supongo que al  igual que yo existirán miles y miles de personas distribuidas por todos los lugares de nuestra geografía valenciana que están en las mismas condiciones, ya se trate de espesantes u otros fármacos imprescindibles para sus necesidades más básicas para la subsistencia. Todas esas personas, al igual que yo mismo, somos crónicos y no nos es posible privarnos de ellas.

El susodicho número, anunciado a las ondas por casi todas las emisoras de radio, nos dan el 900 10 10 81, al cual nadie responde y cuando lo hacen sale posiblemente un sonido que corresponde a una máquina ya se trata de un fax como de un escanner o cualquier otra más. De haberse tratado de alguna cuestión de su máximo interés, de la Generalitat, hubiesen puesto no uno sino cientos de ellos y durante las 24 horas del día sin interrupción, pero siendo así que es para informar de una huelga por ellos mismos provocada, pues este viene a ser el resultado: NADA.

Bueno es tenerlo presente ante nuevas elecciones para procurar en lugar de votarles, propiciarles una patada que haga posible botarlos del asiento que tienen pegado allá donde finaliza la espalda por la parte inferior de nuestro tronco. No cabe duda que, como bien rezan los carteles pendientes de cualquier zona de las farmacias NINGÚN POLÍTICO TIENE QUE AGUANTAR MÁS DE SEIS MESES SIN COBRAR SU SUELDO, cosa que debieran por empezar a darnos su ejemplo, cuestión esta que no hacen. Y VERGÜENZA QUE TAMPOCO TIENEN, CLARO.

Opinamos que quizás sea mejor llegado el momento de la fecha de la receta, ir a una farmacia a ver si te expenden esa medicina, como en mi caso, al tratarse de un medicamento más bien fuera de todo lo habitual debido a su elevado precio,  deberán buscarlo en los centros farmacéuticos y si no se los quieren fiar, poner una denuncia en comisaría que involucre a la Generalitat Valenciana por medio de un juez, a ofrecernos otra solución que no nos tenga que marear más de lo que ya nos lo vienen haciendo.

Sigue sin ser atendido el dichoso numerito, es decir, el: 900 10 10 81, previsiblemente de la Generalitat Valenciana, como si no.

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